
Sean Scully vuelve a Barcelona con una exposición única en La Pedrera
«Sean Scully» es la nueva exposición de la Fundació Catalunya La Pedrera. La retrospectiva más completa llevada a cabo en la ciudad de Barcelona hasta ahora se podrá ver entre el 14 de marzo y el 6 de julio en la sala de exposiciones de La Pedrera.
Comisariada por Javier Molins, crítico de arte, periodista y escritor, y realizada con la estrecha colaboración del artista, la muestra realiza un recorrido cronológico por la obra de Scully a través de todas las etapas de su producción. La exposición incluye más de sesenta obras (con pinturas, esculturas, fotografías, dibujos, acuarelas y pasteles), creadas a lo largo de más de sesenta años de producción, desde las primeras piezas figurativas de sus inicios en los años sesenta, pasando por su etapa minimalista de los años setenta, hasta llegar a las últimas abstracciones (la última en la muestra, del 2025) con su estilo tan personal caracterizado por la reducción de su repertorio iconográfico en una serie de líneas, franjas y bloques que se han convertido en los elementos distintivos de su obra y que, según sus propias palabras, tienen la voluntad de «devolver la emoción a la pintura abstracta».
Sean Scully (Dublín, 1945) es uno de los artistas más destacados de la abstracción contemporánea. Marcado por el color, Scully ha reducido el repertorio iconográfico a una serie de líneas, franjas y bloques que se han convertido en los elementos distintivos de su obra. Artista reflexivo, destaca sobre todo por su técnica pictórica, que se caracteriza por una capa intuitiva de pintura, a menudo de húmedo sobre húmedo, cuyos colores se combinan y afloran formando tonalidades únicas de gran profundidad que llenan de calidez sus composiciones abstractas.
Scully prioriza el ritmo sobre la forma; las amplias bandas que estructuran sus telas varían con respecto a la anchura, tienen los bordes difuminados y no todas siguen la misma dirección: algunas son horizontales y otras verticales. La simplicidad y la repetición de las composiciones crean una cadencia visual que, a través de las pinceladas, vibra repleta de vida y emoción. Cada franja de color contiene múltiples gradaciones en su interior y, con el tiempo, los colores que utiliza el artista tienen cada vez más matices y complejidad.
Influenciado por Henri Matisse, Paul Klee y Piet Mondrian, Scully es un artista al que le interesa profundizar en la humanización de la pintura. Su manera particular de repensarla une la abstracción analítica y la poética. Su trabajo ha cambiado el paradigma de la abstracción; ha pasado del minimalismo estadounidense y su vocabulario reducido a una forma emocional de abstracción para la que ha recuperado la espiritualidad que caracteriza la tradición de la pintura europea. La obra de Scully no tiene un significado concreto, sino que está abierta a toda clase de interpretaciones, y a menudo inspira un profundo estado introspectivo y contemplativo.
La muestra en La Pedrera nos permite ser partícipes de la evolución de su obra y pone de manifiesto el afán de Scully por renovar la comprensión de la abstracción a través de su deseo de capturar, según palabras del artista, «algo que refleje la dimensionalidad del espíritu humano dentro de la cuadrícula de nuestro mundo».
Esta exposición en La Pedrera tiene un significado especial porque el artista vuelve a la ciudad condal (donde vivió temporalmente y tuvo su estudio durante más de catorce años) y coincide con su octagésimo cumpleaños, el día 30 de junio. Además, es la primera exposición retrospectiva del artista que se hace en Barcelona desde el 2007, hace ya dieciocho años.
Fruto de su estancia en Barcelona creó una serie de obras, algunas de las cuales ahora se pueden ver nuevamente en la ciudad. Se trata de una serie de pinturas que realizó durante su estancia en la ciudad y que llevan su nombre en el título, como Barcelona Band of Light (2004) y Barcelona Dark Wall (2004), así como obras sobre papel y fotografías.
Esta muestra incluye también una selección de esculturas de Scully que se verán por primera vez en Barcelona. Destaca la nueva escultura 55 (2025), creada por el artista expresamente para esta exposición. Con sus 6 metros de altura y sus múltiples colores, la obra dará la bienvenida a los visitantes de la Casa Milà desde el patio de Passeig de Gràcia.
La muestra cuenta con obras de la colección del artista procedentes de los estudios de Múnich, Londres y Nueva York, así como de museos e instituciones como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid y el Institut Valencià d’Art Modern, IVAM.
Exposición expandida
A través de una estrategia bien definida de alianzas con otras instituciones culturales, las exposiciones de la Fundación se irradian al resto de la ciudad con una serie de propuestas culturales creadas de manera conjunta. Este año, las actividades organizadas con el Gran Teatre del Liceu, el Palau de la Música y Santa Cecília de Montserrat expanden la exposición más allá de La Pedrera, aportan nuevas miradas y establecen diálogos con otras disciplinas artísticas.
Para la muestra «Sean Scully» el director de cine David Trueba nos acerca a uno de los artistas más relevantes de la pintura abstracta de la segunda mitad del siglo XX con un documental que nos adentra en el estudio del artista en Londres, donde lo podemos ver trabajar en sus últimas obras y conversar sobre su trabajo, además de documentar la preparación de la exposición en La Pedrera.





