La Fundació Catalunya La Pedrera y el Gran Teatre del Liceu presentaron el concierto de la joven y reputada violonchelista Anastasia Kobekina, anoche, día 12 de mayo, en la Sala Foyer del Liceu. Un concierto único que se fusionó con la obra de Sean Scully.
El diálogo entre música y pintura, entre el sonido de Kobekina y la mirada de Scully, ofreció a los asistentes una singular experiencia artística.
Para Sean Scully, la música es el arte más abstracto y, por su naturaleza etérea, el más cercano al espíritu. En muchos aspectos, su obra pictórica respira musicalidad: tiene ritmo, repeticiones, fugas… Él mismo confiesa que siente una profunda pasión por la música, especialmente por el violonchelo.
En este concierto, su pintura establecía un diálogo con una selección de piezas musicales propuestas por Kobekina, piezas de Binger, Dessner, Britten, entre otros. Un espectáculo visual y sonoro que nos sumergió tanto en la materialidad como en la espiritualidad del universo de Sean Scully.
La pasión, dedicación y talento de Anastasia Kobekina (Ekaterimburgo, 1994) le han convertido en una figura destacada en el mundo de la música clásica, cautivando audiencias con interpretaciones emotivas y únicas en un amplio rango de géneros musicales, desde el barroco hasta la música contemporánea.
Kobekina ha brillado a escala mundial con orquestas de renombre como la Konzerthausorchester Berlin y la Filarmónica de Cámara Alemana de Bremen, bajo la dirección de directores como Krzysztof Penderecki y Valery Gergiev. De origen ruso, inició sus estudios de violonchelo a los cuatro años y se formó en academias de élite en Alemania y París. Es conocida por utilizar un violonchelo Antonio Stradivarius del año 1698, cedido por la Stradivari Stiftung Habisreutinger, que se ha convertido en una parte fundamental de su identidad musical.
Anastasia Kobekina, selección musical y piano
Carles Berga, dramaturgia y creación vídeo
Sergio Gracia, dirección técnica y diseño lumínico
A través de una estrategia bien definida de alianzas con otras instituciones culturales, las exposiciones de la Fundació Catalunya La Pedrera se irradian al resto de la ciudad con una serie de actividades, creadas de forma conjunta con estas entidades, que expanden la exposición más allá de La Pedrera, ofrecen nuevas miradas y inician diálogos con otras disciplinas artísticas.