Geología

Este paraje se encuentra situado al borde de unos grandes meandros que hace el río Segre en su parte alta. Esta zona es más o menos plana, pues corresponde a un extremo de la fosa tectónica de la Cerdanya. Esta depresión se formó por fallas normales neogenas que cortaron los relieves de los Pirineos al final de su levantamiento. Esta fosa tectónica es la responsable de la configuración paisajística de la Cerdanya. De este modo tenemos un valle amplio, por donde discurre el Segre formando meandros, con una dirección este-oeste, entre medio de los relieves pirenaicos del Cadí y Moixeró, en el sur, y de la sierra Comaermada, al norte.

Los sedimentos que se pueden observar son los típicos de un río actual: gravas y sedimentos recientes de gran tamaño que fueron explotados en su tiempo, dando lugar a los agujeros que se han llenado por las aguas subterráneas filtradas del río y han formado estas balsas.

En el cerro del Serrat del Gallissà y alrededores, podemos encontrar algunos ejemplos de las rocas del sustrato. Pueden ser rocas muy antiguas del Paleozoico: calizas, areniscas y microconglomerats, o bien rocas modernas del Neógeno: lutitas y areniscas. Estas últimas rocas son las que llenaron la fosa tectónica mientras se iba hundiendo el bloque que se encuentra por encima de la falla.

El mirador de la Sierra de Gallissà permite una gran vista desde donde disfrutar de la singular geología de La Cerdanya.