Congost de Fraguerau
En el corazón de la sierra del Montsant, reino por excelencia de la roca, un río, el mismo que comparte nombre con la sierra, vertebra un paisaje excepcional, por estética y por contenidos. En el desfiladero de Fraguerau, la huella humana, resultado de la necesidad de arrancar riqueza a un terreno áspero y reflejo de su espiritualidad, se integra en una naturaleza sorprendentemente diversa y atractiva. Un oasis encajonado entre acantilados, donde el tiempo parece haberse detenido.
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Este desfiladero está en plena sierra del Montsant, situada en el reborde sur de la cuenca del Ebro, en las proximidades de la cordillera Prelitoral. Esta cuenca se fue llenando de sedimentos durante el Terciario, al tiempo que la orogénesis alpina iba levantando los Pirineos al norte y la cordillera Prelitoral al sur y sudeste. Esta cuenca estaba ocupada por el mar, pero en sus rebordes se depositaban sedimentos arrastrados por ríos que provenían de los relieves que se estaban formando. El Montsant era el centro de un abanico aluvial donde se depositaban centenares de metros de materiales groseros, que posteriormente se transforman en conglomerados. Estos sedimentos groseros pasan hacia el centro de la cuenca a sedimentos finos (arcillas, margas y capas de areniscas).
La montaña de Montsant, al igual que Montserrat, no está formada por la tectónica sino por la erosión diferencial entre rocas duras (conglomerados) y rocas más blandas (arcillas y areniscas). Su morfología característica, que nos recuerda a Montserrat, es el resultado de la acción del agua sobre los conglomerados, que se infiltra a través de una red espesa de diaclasas (fracturas) y da lugar a las formas típicas redondeadas.
El desfiladero de Fraguerau está incluido dentro del espacio nº 303 (El Montsant) del inventario de Espacios de Interés Geológico del Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat de Catalunya.
Con la colaboración de
